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¿Está planeando visitar la exquisita y encantadora ciudad de Toledo durante una próxima excursión familiar? ¿Le vendrían bien algunas ideas sobre qué hacer y ver durante su estancia? Toledo es una ciudad cargada de historia y tradición; una ciudad que se remonta a la época de los romanos, quizás incluso antes. Debido a su extensa existencia, parece que en cualquier lugar de la ciudad se presenta una nueva oportunidad para volver a visitar un trozo de su historia, explorando algunos de los edificios y monumentos que han sobrevivido a lo largo de muchos siglos. Uno de estos monumentos es el Hospital de Santa Cruz, una estructura del siglo XVI que ahora alberga uno de los museos más impresionantes de la ciudad. Para ayudarle a familiarizarse con este popular lugar, a continuación le ofrecemos una breve descripción del Hospital de Santa Cruz, incluyendo algunos datos sobre su historia y arquitectura, y una descripción de algunas de las obras esenciales que componen la colección del museo.
El Hospital de Santa Cruz fue construido a instancias del Cardenal Pedro González de Mendoza. Fue construido a principios del siglo XVI, entre 1504 y 1514, por Enrique Egas, que combinó diversos estilos arquitectónicos para completar el proyecto. Destaca su impresionante fachada plateresca y sus techos artesonados, que mezclan artísticamente los estilos renacentista y mudéjar. Cerca de la entrada del antiguo hospital hay una gran escalera, obra del renombrado arquitecto español Alonso Covarrubias, y un patio perfectamente ajardinado, con columnas y arcos jónicos.
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El hospital fue fundado por el Cardenal Mendoza a finales del siglo XV, para centralizar la atención a los niños huérfanos y desamparados de la ciudad. Destaca su fachada plateresca, obra de Alonso de Covarrubias. El edificio tiene planta de cruz griega y cuatro patios, de los cuales dos fueron construidos en su totalidad. El primero es de Covarrubias y da acceso a la planta superior a través de una escalera de tres tramos. Descripción artística Fue concebido con seis crujías que forman cuatro patios para su ventilación y para ello se utilizan ventanas altas. Todavía está inacabada (dos de los patios no se hicieron, tal y como fueron concebidos) y se diseñó como un edificio exento. El altar se encuentra en el centro y los patios están diseñados siete de los cuales se hacen cuatro y de esos cuatro, sólo uno fue terminado por Alonso de Covarrubias . Hay cuatro grandes crujías, que conectan con los patios, en dos plantas realizadas por Enrique Egas y en el centro está la mesa con el altar. Los arcos son carpaneles y sobre pilares con hojas caídas y querubines en el escudo de Mendoza.
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There are four large bays, which connect with the courtyards, on two floors made by Enrique Egas and in the center is the table with the altar. The arches are carpanel and on pillars with leaves and cherubs in the Mendoza coat of arms.
In general there is a symbiosis of Moorish tradition with Flemish art. Covering of pair and knuckle in wood framed with coffers. The wood has a decorative and utilitarian function. The ashlars are well carved and the cover was made by Covarrubias, he made it linteled, the entablature flanked by paired pseudocolumns and with niches and canopies; and grotesque decoration on the shafts.
The pediment is a classic round pediment that houses the discovery of the Lignum crucis by St. Helena. It supports the entablature with another body. An archivolt was broken to place a niche representing Charity. In the upper part is represented the theme of The nuptials of the Virgin with dolphins.
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It was built in two phases, the first by Enrique and Antón Egas (1504-1514), building the hospital and the first cloister; the second phase occupied the second third of the sixteenth century, with the intervention of Alonso de Covarrubias, who built the facade, the main courtyard (or southeast) of two heights, as well as its magnificent staircase of three sections.
The structure was a true innovation, with the introduction of a new Renaissance architectural typology of Italian influence. It has a Greek cross plan, four large bays of two stories each and basements on the east side. The bays connect with four courtyards, two of which were completely built. The roofing of the interior ceilings is made of wood framed with coffered ceilings. The wood has a decorative and utilitarian function.
