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Indices de corrupcion en america latina
Los países más corruptos del caribe
Los casos de corrupción rara vez parecen dejar de ser noticia en América Latina y el Caribe. Sólo en los últimos años, varios casos de alto perfil han conmocionado a la región. Sin embargo, el impulso contra la corrupción ha ido creciendo, dando esperanzas de que, tras décadas de inacción, las cosas están cambiando.
El GCB es la mayor y más detallada encuesta sobre las opiniones de los ciudadanos sobre la corrupción y sus experiencias de soborno en América Latina y el Caribe. En asociación con IPSOS Perú, Market Research Services y Public Domain, el GCB encuestó a más de 17.000 ciudadanos en 18 países de la región. El trabajo de campo se realizó entre enero de 2019 y marzo de 2019.
Transparencia internacional
La corrupción en México ha permeado varios segmentos de la sociedad -políticos, económicos y sociales- y ha afectado en gran medida la legitimidad, la transparencia, la rendición de cuentas y la eficacia del país[1]. Muchas de estas dimensiones han evolucionado como producto del legado mexicano de consolidación del poder por parte de las élites y oligarquías y de un gobierno autoritario[1].
Más allá de esto, se establecieron pocos controles sobre las acciones de los funcionarios electos a lo largo del reinado ininterrumpido del PRI[4]. En consecuencia, el gobierno sostenido del PRI produjo bajos niveles de transparencia y legitimidad dentro de los consejos de gobierno de México[4]. 71 años de poder brindaron la oportunidad de que la corrupción se acumulara y se volviera cada vez más compleja[5]. La sociedad civil se desarrolló en torno a la agregación de intereses económicos que organizó el gobierno clientelista; el PRI permitió que los ciudadanos negociaran colectivamente con la condición de que siguieran brindando lealtad política al partido[6]. [6] Anthony Kruszewski, Tony Payan y Katheen Staudt explican que [7] “A través de la estructura formal de las instituciones políticas había un conjunto bien articulado y complejo de redes que manipulaban deliberadamente los recursos gubernamentales para promover sus aspiraciones políticas y proteger sus intereses privados y los de sus clientelas y socios… Bajo la geometría política de un esquema autoritario y centralizado, la corrupción creció y prosperó”.
Ejemplos de corrupción en américa latina
La disparidad de la riqueza en América Latina y el Caribe está entre las mayores del mundo. En al menos nueve países, el veinte por ciento más rico de la población poseía más de la mitad de los ingresos del país en 2019. La corrupción desempeña un papel importante en la perpetuación de la desigualdad económica en toda la región, tanto a nivel geopolítico como local. Desde los encuentros cotidianos con la policía y los funcionarios públicos hasta los escándalos gubernamentales a gran escala -siendo el caso del lavadero de Odebrecht uno de los más infames de los últimos años-, la corrupción es considerada como uno de los temas más acuciantes en América Latina por una amplia parte del público y de la prensa.
Dentro de la región, Colombia tuvo la mayor proporción de encuestados que pensaba que la corrupción era uno de los principales problemas de su país en 2021. Con cerca del 40 por ciento de los encuestados adultos, Perú le siguió de cerca. Sin embargo, según el índice de percepción de la corrupción, tanto Colombia como Perú se situaron bastante cerca de la media regional, mientras que Venezuela y Haití fueron calificados como los estados latinoamericanos o caribeños en los que la corrupción se percibe como más rampante.
Corrupción policial en américa latina
La corrupción política supone una grave amenaza para la estabilidad de las democracias en desarrollo al erosionar los vínculos entre los ciudadanos y los gobiernos. Utilizando datos sobre los niveles nacionales de corrupción (índice CPI de Transparencia Internacional 1997) y la opinión individual (Encuesta Mundial de Valores 1995-97), este estudio encuentra que los latinoamericanos son bastante conscientes de la gravedad de la corrupción en sus países. La cuestión que se plantea a continuación es si los ciudadanos pueden relacionar sus opiniones sobre la corrupción con la valoración de sus autoridades e instituciones y de la democracia en general. En conjunto, los resultados sugieren que sí pueden, y que los ingredientes necesarios para la rendición de cuentas están presentes en América Latina. El posible lado oscuro de la opinión de las masas sobre la corrupción es que la mala conducta generalizada puede envenenar el sentimiento público hacia la política democrática. En este sentido, el análisis encontró que esta actitud sólo afectaba al apoyo a administraciones e instituciones específicas.
2000. Social Capital, Beliefs in Government, and Political Corruption. En Dissatisfied Democracies: What’s Troubling the Trilateral Countries? ed. Susan, J. Pharr. y Robert, D. Putnam. Princeton: Princeton University Press.