Las declaraciones del coordinador local de IU, David Bazuelo, en las que acusaba al candidato del PSOE, Jesús Rojano, de torpedear un gobierno de izquierdas por “aferrarse al sillón”, así como de ser el culpable de “romper toda posibilidad de acuerdo entre el bloque de izquierdas” provocaron ayer una rápida reacción por parte del edil socialista.
En este sentido, Rojano quiso aclarar que era “impropio y atemporal este tipo de valoraciones por parte de IU a tan solo tres días de celebración del Pleno de investidura” y volvió a insistir en que “el PSOE fue el más votado y le correspondía el inicio de las negociaciones con todos grupos políticos aunque sabíamos y entendíamos de las motivaciones y estrategias de cada formación”.
No obstante, el concejal socialista subrayó que “desde el respeto a cada una de esas estrategias políticas y negociaciones que se han puesto sobre la mesa en la campaña post electoral” si quería “dejar muy claro que si el problema es el candidato del PSOE, estoy dispuesto a dar un paso atrás porque no debe ser un problema de una persona el hecho de que se pueda dar estabilidad y trabajar por Baena con el mayor consenso”.
Pero sin embargo, Rojano ahondó en la idea de que “cuando yo digo que doy un paso atrás, ese paso lo deciden los concejales de la corporación para que la alcaldía siga manteniéndola el partido socialista” pero “si se va más allá y se pide que además abandone el acta de concejal, no lo voy a hacer porque es un compromiso que adquirí con los ciudadanos antes de las elecciones”.
Finalmente, el ex alcalde aseguró que “el PSOE está abierto a ese tipo de negociación” pero subrayó que “si el problema soy yo, no sería candidato a la alcaldía”, pero “el que pidan la concejalía no lo voy a hacer porque no voy a defraudar a los que depositaron su confianza en mí porque sería una falta de respeto hacia los ciudadanos”.