Un amigo del procesado se reconoce encubridor del suceso y acepta seis meses de prisión
Francisco José M.A., acusado del delito de asesinato de su ex novia Rosa María Millán, de 26 años, reconoció hoy los hechos durante la celebración del juicio, pero añadió que cuando quedó con ella para mantener relaciones sexuales no sabía que iba a pasar eso.
Durante su declaración, explicó que ese día, el 10 de febrero de 2005, ella le llamó por teléfono para quedar, así que se vieron en unos jardines cercanos a la zona de Lepanto y desde allí se fueron a la antigua factoría de Cepansa, en la capital cordobesa.
El acusado, que reconoció que tenían intención de formar una familia juntos, manifestó que llevaba tres días bebiendo alcohol y sustancias estupefacientes y que, una vez que estaban juntos, empezaron a discutir después de que ella le dijera que estaba manteniendo relaciones con otra persona y le golpeó dos veces en la cabeza con una piedra y dos o tres puñaladas.
Después de esto, dijo que vio una luz y se fue del lugar corriendo, aunque después volvió para ver cómo estaba ella y puesto que estaba gimiendo, le dio nuevamente con una piedra y la tapó con una chapa de uralita.
Según apunta el fiscal en su calificación provisional, el acusado y la víctima mantuvieron una relación sentimental y en febrero del 2003 comenzaron a vivir juntos, pero rompieron en diciembre de ese año. Sobre él pesaba una orden de alejamiento por un altercado, y a pesar de ello siguieron viéndose. El día de los hechos, la víctima envió un mensaje a Francisco José para verse “a fin de mantener relaciones sexuales”.
En Cepansa, el imputado tenía un colchón para pernoctar, y una vez que se bajó ella el pantalón, Francisco José vio que llevaba un tanga, prenda que le tenía prohibida, y se molestó por ello. Rosa María dijo que “había mantenido relaciones con un amigo suyo y que deseaba hacer un trío con él”, momento en que el procesado buscó una piedra de grandes dimensiones y se la estrelló en la cabeza, dándole luego con unos ladrillos. Después, sacó una navaja y le asestó “al menos” trece puñaladas.
Al día siguiente, según el fiscal, fue a casa del otro acusado y le contó lo sucedido, recibiendo ayuda de éste para asearse y curarse las heridas.
ENCUBRIDOR.
Por otra parte, en cuanto a Manuel M.L., amigo del presunto asesino y juzgado también por un delito de encubrimiento, declaró en un primer lugar que no sabía nada de lo ocurrido, aunque posteriormente, después de que las partes personadas en el caso llegaran a un acuerdo, reconoció que sí lo sabía y aceptó seis meses de prisión y una indemnización, que se conocerá cuando salga la sentencia.
Además, los letrados renunciaron a todas las pruebas previstas, ya que los procesados reconocieron los hechos, si bien el presidente de la sala consideró neceario las declaraciones de forenses, por lo que el juicio se reanudará mañana, a las 12.00 horas, en la Sección Segunda de la Audiencia.
En esta causa están personados el Estado, la Fiscalía, que solicita 18 años de prisión por el delito de asesinato; la acusación particular, que eleva la pena a 25 años y añade otros 15 al considerar que hubo agresión sexual; y la acción popular, representada por la Junta de Andalucía, que se suma a la petición del ministerio público. La defensa califica como homicidio la muerte de Rosa María, pidiendo por ello para su cliente la pena de diez años de prisión
