Contenidos
El bosco el jardín de las delicias
Grabado del jardín de las delicias
Hieronymus Bosch (/haɪˈrɒnɪməs bɒʃ, bɔːʃ, bɔːs/,[1][2][3][4] holandés: [ɦijeːˈroːnimʏz ˈbɔs] (escuchar);[a] nacido Jheronimus van Aken[5] [jeːˈroːnimʏs fɑn ˈaːkə(n)];[b] c. 1450 – 9 de agosto de 1516) fue un pintor holandés/holandés de Brabante. Es uno de los representantes más notables de la escuela pictórica de los primeros Países Bajos. Su obra, generalmente al óleo sobre madera de roble, contiene principalmente ilustraciones fantásticas de conceptos y narraciones religiosas[6] Durante su vida, su obra fue coleccionada en los Países Bajos, Austria y España, y ampliamente copiada, especialmente sus representaciones macabras y de pesadilla del infierno.
Se sabe poco de la vida del Bosco, aunque hay algunos registros. Pasó la mayor parte de ella en la ciudad de ‘s-Hertogenbosch, donde nació en la casa de su abuelo. Las raíces de sus antepasados se encuentran en Nimega y Aquisgrán (lo que es visible en su apellido: Van Aken). Su estilo fantasioso y pesimista ejerció una amplia influencia en el arte nórdico del siglo XVI, siendo Pieter Bruegel el Viejo su seguidor más conocido. Hoy en día, el Bosco es considerado un pintor enormemente individualista con una profunda visión de los deseos y los miedos más profundos de la humanidad. La atribución ha sido especialmente difícil; hoy en día sólo se atribuyen con seguridad a su mano unos 25 cuadros[7] junto con ocho dibujos. Otra media docena de cuadros se atribuyen con seguridad a su taller. Sus obras más aclamadas son unos cuantos retablos en tríptico, entre ellos El jardín de las delicias.
Hombre dibujando un laúd
Hans Belting nos ofrece en este análisis de la obra de El Bosco “El Jardín de las Delicias” una interpretación personal y muy diferente a la dada hasta ahora, en la que, según el autor, se trata de una idealización quimérica surgida en el contexto y el espíritu de la época.
El autor nos presenta un estudio de la obra desde una visión diferente, con argumentos innovadores, planteando preguntas sobre la enigmática obra de “El jardín de las delicias”. Las 71 ilustraciones de gran formato y calidad que acompañan al libro sirven al autor para desarrollar sus argumentos, generando así un nuevo discurso en torno a esta gran obra de Bosco. Belting promueve una aproximación y vuelta a la observación de la imagen, empujando al lector a ver y mirar, legitimando su hipótesis a través de premisas históricas y del estudio de la pintura. El autor vincula la realidad utópica de esta obra con las teorías humanistas de Tomás Moro, Erasmo de Rotterdam o Willibald Pirckheimer.
La persistencia de la memoria
Continuando con el curso de ilustración de Adolfo Serra, he abierto un nuevo mundo para mí, un mundo de arte y creación. En el curso, además de las técnicas de ilustración, el profesor habla de sus propias influencias en el arte. Entre otras, están el pintor francés Toulouse-Lautrec (1864-1901) que ya fue descrito en uno de mis posts anteriores, y el pintor holandés/holandés Hieronymus Bosch, también conocido como El Bosco (1450-1516).
Hoy quiero presentarles al pintor Hieronymus Bosch (El Bosco), uno de los representantes más notables de la escuela pictórica de los primeros Países Bajos. Pintaba generalmente al óleo sobre madera de roble. Sus cuadros contienen principalmente ilustraciones fantásticas de conceptos y narraciones religiosas.
A continuación encontrará dos vídeos de YouTube sobre el cuadro más famoso del autor, “El jardín de las delicias”. Elija uno o vea los dos: el primero es bastante corto para los que siempre tienen prisa, pero el segundo es una obra maestra por sí mismo. Es una película documental bien hecha, de casi 1 hora de duración.
El nacimiento de la virgen
El tríptico abierto muestra tres escenas. El panel de la izquierda representa el Paraíso; el de la derecha, el Infierno; y el panel central muestra las delicias o placeres de la vida, con continuas alusiones al pecado. Cuando está cerrado, el tríptico ofrece una visión en grisalla del tercer día de la creación del mundo.
Se aprecia una fuerte carga erótica en las representaciones de la lujuria, pero también hay imágenes con significados mucho más enigmáticos. El panel central destaca el carácter efímero de los placeres pecaminosos. Por ejemplo, la belleza fugaz de las flores transmite un mensaje de fragilidad y de la brevedad del disfrute terrenal. Otro ejemplo es la pareja encerrada en una bola de cristal, que podría aludir al dicho flamenco “La felicidad es como el cristal, pronto se rompe”