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Quintanilla de las viñas iglesia
Mezquita bab al-mardum
Sin ser historiador, Don Zamora se dio cuenta de que había encontrado algo sorprendente. Empezó a ponerse en contacto con las autoridades, pero éstas no se interesaron por las opiniones de un ignorante cura rural y le ignoraron durante años. Don Zamora acabó interesando a algunos profesores universitarios en su descubrimiento, especialmente al erudito alemán Helmut Schlunk. Los expertos comprobaron la intuición de don Zamora de que había encontrado un lugar histórico de gran importancia y la iglesia fue declarada monumento histórico en 1929.
Lo que hay en el lugar es sólo una pequeña parte de la iglesia original, aparentemente modificada para ser utilizada como ermita (un retiro para los monjes que encontraban sus monasterios demasiado ruidosos) después de que la nave se hubiera derrumbado o fuera inhabitable.
Aunque los expertos alemanes comprobaron que se trataba de un lugar histórico y ayudaron a organizar su conservación, arrastraron a la iglesia a una nueva polémica. Insistieron en que se trataba de una obra de la época visigoda anterior a la conquista árabe, muy probablemente del siglo VII. No hay constancia escrita de una iglesia en este lugar antes de 1038, y tampoco ha habido pruebas arqueológicas decisivas para la primera fecha, por lo que muchos expertos piensan que se trata de una iglesia del siglo XI. La cuestión sigue sin resolverse.
Mezquita del cristo de la luzmosque en toledo, españa
La zona geográfica que rodea a Santa María de Lara estaba poblada por numerosas villas romanas que precedieron a la construcción de la iglesia[8] Después de que los visigodos invadieran la Península Ibérica (sobre todo la zona que hoy conocemos como España) y los romanos abandonaran la zona, se asentaron en Quintillana de las Vinas, y construyeron la iglesia de Santa María de Lara, hacia principios del siglo VIII. Poco después, en el año 711, los moros invadieron la Península Ibérica[9] y Lara fue abandonada, ya que la población huyó al norte, a las montañas[8].
Vista del lado occidental de la iglesia. Se pueden ver las ruinas de los cimientos de la nave, que antes era de gran tamaño, así como las habitaciones que servían para los monjes que vivían en Santa María de Lara durante el siglo X. Esta parte de la iglesia se derrumbó durante el periodo de abandono de la misma, en torno al año 1100.
Un documento fechado en el año 967 d.C. (o fecha medieval española 929) recoge una donación monetaria a la iglesia y al monasterio que, en ese momento, estaba bajo el control de Santa María de Lara, por parte de una mujer llamada Muniadona, madre de Fernán González de Castilla[8] Sin embargo, debido a la falta de documentos de esa época, los historiadores no han podido comprobar la ubicación de este monasterio.
Recópolis
La zona geográfica que rodea a Santa María de Lara estaba poblada por numerosas villas romanas anteriores a la construcción de la iglesia[8] Después de que los visigodos invadieran la Península Ibérica (en particular la zona que hoy conocemos como España) y los romanos abandonaran la zona, se asentaron en Quintillana de las Vinas, y construyeron la iglesia de Santa María de Lara, hacia principios del siglo VIII. Poco después, en el año 711, los moros invadieron la Península Ibérica[9] y Lara fue abandonada, ya que la población huyó al norte, a las montañas[8].
Vista del lado occidental de la iglesia. Se pueden ver las ruinas de los cimientos de la nave, que antes era de gran tamaño, así como las habitaciones que servían para los monjes que vivían en Santa María de Lara durante el siglo X. Esta parte de la iglesia se derrumbó durante el periodo de abandono de la misma, en torno al año 1100.
Un documento fechado en el año 967 d.C. (o fecha medieval española 929) recoge una donación monetaria a la iglesia y al monasterio que, en ese momento, estaba bajo el control de Santa María de Lara, por parte de una mujer llamada Muniadona, madre de Fernán González de Castilla[8] Sin embargo, debido a la falta de documentos de esa época, los historiadores no han podido comprobar la ubicación de este monasterio.
Wikipedia
Sin ser historiador, Don Zamora se dio cuenta de que había encontrado algo sorprendente. Empezó a ponerse en contacto con las autoridades, pero éstas no se interesaron por las opiniones de un ignorante cura rural y le ignoraron durante años. Don Zamora acabó interesando a algunos profesores universitarios en su descubrimiento, especialmente al erudito alemán Helmut Schlunk. Los expertos comprobaron la intuición de don Zamora de que había encontrado un lugar histórico de gran importancia y la iglesia fue declarada monumento histórico en 1929.
Lo que hay en el lugar es sólo una pequeña parte de la iglesia original, aparentemente modificada para ser utilizada como ermita (un retiro para los monjes que encontraban sus monasterios demasiado ruidosos) después de que la nave se hubiera derrumbado o fuera inhabitable.
Aunque los expertos alemanes comprobaron que se trataba de un lugar histórico y ayudaron a organizar su conservación, arrastraron a la iglesia a una nueva polémica. Insistieron en que se trataba de una obra de la época visigoda anterior a la conquista árabe, muy probablemente del siglo VII. No hay constancia escrita de una iglesia en este lugar antes de 1038, y tampoco ha habido pruebas arqueológicas decisivas para la primera fecha, por lo que muchos expertos piensan que se trata de una iglesia del siglo XI. La cuestión sigue sin resolverse.