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Articulo 333 de la constitucion de venezuela
Historia de venezuela 1999 presente
El 23 de enero de 2019, una multitud ocupó las calles de Caracas, exigiendo la renuncia del presidente Nicolás Maduro y la formación de un nuevo Gobierno. El líder de la oposición y presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se juramentó como presidente interino de la República. Guaidó invoca el artículo 233 de la Constitución venezolana, según el cual el presidente de la Asamblea Nacional puede asumir las funciones presidenciales en caso de “ausencia absoluta del presidente electo”. También se basa en el artículo 333, que se refiere a la protección del orden constitucional frente a los actos de fuerza. La proclamación de Guaidó y su promesa de nuevas elecciones sembró la esperanza entre muchos venezolanos que sufren las consecuencias de una crisis económica sin precedentes, con una tasa de inflación que alcanzó el 1.300.000% en 2018.
Venezuela está dividida en dos conjuntos opuestos de instituciones con pretensiones de poder que compiten entre sí. En un lado del espectro, está Guaidó. Cuenta con el apoyo de la Asamblea Nacional, que ha estado bajo el control de los partidos de la oposición desde las elecciones parlamentarias de 2015. El Tribunal Supremo en el exilio, cuyos miembros fueron nombrados en julio de 2017 por la Asamblea Nacional, también respalda a Guaidó. En el otro lado del espectro está el régimen de Maduro. Maduro afirma que fue elegido presidente para el período 2019-2025 en las elecciones de mayo de 2018, que los líderes de la oposición y numerosos Estados consideran ilegítimas por la ausencia de una elección democrática justa y libre (cf. Resolución 2929/18 de la OEA). El Tribunal Supremo en el exilio declaró nulas las elecciones de 2018. No obstante, Maduro ha recibido el apoyo de la Asamblea Constituyente que convocó en 2017, del Tribunal Supremo in situ y de los militares.
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proteger y elevar el trabajo, defender la dignidad humana, promover el bienestar general y la seguridad social, lograr la participación equitativa de todos en el disfrute de la riqueza, conforme a los principios de la justicia social; y promover el desarrollo de la economía al servicio del hombre;
cooperar con todas las demás naciones, y especialmente con las repúblicas hermanas del Hemisferio, en los propósitos de la comunidad internacional, sobre la base del respeto recíproco a la soberanía, a la autodeterminación de los pueblos, a la garantía universal de los derechos individuales y sociales de la persona humana, y al repudio de la guerra, de la conquista y del predominio económico como instrumento de política internacional;
y preservando y acrecentando el patrimonio moral e histórico de la Nación forjado por el pueblo en sus luchas por la libertad y la justicia y por el pensamiento y las obras del gran servidor de la patria, cuya máxima expresión es Simón Bolívar, el Libertador, decreta lo siguiente
Constitución venezolana artículo 233
La crisis presidencial de Venezuela se debe a la ausencia de un presidente electo que pueda asumir la presidencia desde el 10 de enero de 2019, día en que, según la Constitución venezolana, comenzó un nuevo período presidencial.
Los artículos 230 y 231 de la Constitución de Venezuela establecen que el período presidencial comienza el 10 de enero de cada mandato (el día de la toma de posesión). Ese día, según la constitución, el presidente electo debe asumir la presidencia a través de un juramento presentado en la Asamblea Nacional (el Congreso de Venezuela.
Nicolás Maduro afirma que es el presidente electo porque la autoridad electoral venezolana (el Consejo Nacional Electoral) lo proclamó como presidente de Venezuela tras las elecciones del 20 de mayo.
Sin embargo, esa elección fue convocada por la ilegítima asamblea nacional constituyente que no tiene autoridad para organizar elecciones según la constitución. Además, ese proceso se organizó violando varios derechos políticos, básicamente, debido a la prohibición inconstitucional declarada a los principales partidos y líderes políticos. Asimismo, las elecciones del 20 de mayo violaron el principio de transparencia durante todo el ciclo electoral. Finalmente, el régimen de Maduro utilizó la compleja emergencia humanitaria como herramienta política para ejercer coerción sobre los votantes.
Historia de la votación en venezuela
Nunca iba a ser fácil para la oposición de Venezuela revocar al presidente Nicolás Maduro. Pero la semana pasada, quedó claro que podría no ocurrir nunca después de que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela suspendiera indefinidamente el proceso de referéndum nacional sobre el presidente. Algunos observadores políticos dicen que la suspensión del referéndum y de las elecciones en general significa que el país bolivariano ya no puede considerarse una democracia constitucional, sino una dictadura. Dicho esto, el proceso no se produjo de la noche a la mañana. Varios movimientos clave del gobierno de Maduro -que controla los poderes ejecutivo, judicial y electoral- socavaron la Constitución del país en el transcurso del último año.
Tras meses de retrasos, el 20 de octubre el Consejo Nacional Electoral (CNE) suspendió el referéndum revocatorio contra el cada vez más asediado presidente. El domingo, en una sesión especial que fue interrumpida por manifestantes progubernamentales que irrumpieron en la sala, la Asamblea Nacional aprobó una resolución especial que declaraba que la decisión del CNE rompía el orden constitucional. La resolución citó el artículo 333, que otorga a los ciudadanos venezolanos el derecho a restablecer la vigilancia de la Constitución si ven que se deroga o no se cumple. Los funcionarios chavistas respondieron calificando la resolución como un golpe de Estado efectivo e insinuaron que podrían proceder a disolver la Asamblea en respuesta.