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Tras 18 meses de celebraciones reducidas por la pandemia, el Ayuntamiento de Alicante ha invertido 100.000 euros más en el alumbrado navideño de este año para que sea “más grande y mejor” que nunca.
“El alumbrado se reforzará también con la incorporación de nuevos motivos y adornos gigantes como una caja de regalos móvil situada frente a la Plaza del Mar, una enorme bola en la Plaza de Séneca, y se iluminarán más calles con guirnaldas luminosas”, ha explicado el Ayuntamiento de Alicante.
“Las luces volverán a ser uno de los mayores atractivos comerciales y turísticos de la ciudad. Alicante brillará a partir del 18 de noviembre con una iluminación decorativa nocturna de primer nivel”, ha prometido el concejal de Infraestructuras, José Ramón González, quien ha añadido: “Este año hemos reforzado la iluminación con más arcos, y todo está preparado para encender las luces y disfrutar de una Navidad muy emotiva que seguro que todo el mundo espera.”
El Ayuntamiento ha adelantado la instalación y el encendido de las luces para atraer a los visitantes a la ciudad y apoyar al sector comercial y hostelero, y durante todo el mes de octubre se han montado cientos de adornos listos para el gran encendido.
En Murcia, como en la mayor parte de España, es una tradición decorar cada salón con el Árbol de Navidad. En la ciudad principal este hecho se convierte en todo un acontecimiento y en una excusa para dar un paseo y hacer algunas compras en el centro de la ciudad.
También habrá una donación abierta de juguetes para aquellos niños que lo necesiten, por lo que cualquier familia o grupo de amigos que tenga algún juguete o juego sobrante ,que ya no se utilice, será bienvenido a esta entrega. Gracias por su apoyo, de antemano. ¡¡Y Feliz Navidad a todos!!
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Han pasado casi tres meses desde que me mudé a Swansea y comencé mis prácticas en Wolfestone el 2 de octubre de 2017. Anteriormente había vivido en el Reino Unido al realizar mis estudios de Erasmus hace dos años. Una de las principales cosas que me ha llamado la atención ha sido el hecho de que la Navidad en el Reino Unido empieza muy pronto. Apenas se guardan los engendros y fantasmas de Halloween, las luces navideñas adornan las calles y los puestos de los mercadillos navideños están en pleno apogeo. Desde hace semanas, cada vez que salgo a comer, lo único que escucho son villancicos y canciones navideñas…
Dentro de unas semanas volveré a casa, a Murcia, para pasar la Navidad, justo a tiempo para celebrar la Nochebuena. Sin embargo, me he perdido una de las cosas que más me gusta hacer con mi familia: decorar la casa. En casa, solemos poner el árbol de Navidad en el centro del salón y lo decoramos con adornos navideños: chucherías, muérdago, una corona y la importantísima estrella de Navidad. En la entrada principal tenemos el belén, ¡acompañado de luces navideñas por toda la casa! Un adorno español habitual es la flor de pascua, también conocida como flor de Navidad o flor de Papá Noel por su característico color rojo intenso. Mi padre siempre se la regala a mi madre con motivo de su aniversario de boda, el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción.
Las tradiciones navideñas en España no son, en esencia, diferentes a las de cualquier otra nación: la gente se aferra a costumbres extrañas, come y bebe muchas cosas extrañas e, idealmente, acaba riéndose a carcajadas mientras el brandy se le sube a la cabeza a la abuela.
El Apalpador es un hombre viejo y jovial con barba pelirroja, pipa, boina, chaqueta verde y pantalones remendados que se cuela en las habitaciones de los niños las noches del 24 al 31 de diciembre.
El Apalpador” también significa “The Tapper” en inglés. Y El Apalpador viene los días 24 y 31 de diciembre a “golpear” las barrigas de los niños pequeños. ¿Por qué? Para comprobar si han comido lo suficiente durante el año, claro.
Es raro, pero no más raro para un español que Papá Noel bajando por la chimenea con un reno volador. Muchas casas del sur de España ni siquiera tienen chimeneas, así que tendría que entrar por el aire acondicionado.
Al igual que el Apalpador, es un carbonero y la leyenda dice que tallaba juguetes de Navidad para los niños y los entregaba en un saco de carbón. Cuando murió, un hada le dio la vida eterna, o eso dice la versión oficial.
