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El significado de identidad nacional
Tipos de identidad nacional
3Según el filósofo israelí Avishai Margalit, “pertenecer a una forma de vida nacional significa estar dentro de un marco que ofrece sentido a la elección de las personas entre alternativas, lo que les permite adquirir una identidad” (Margalit, 1997, 83). El filósofo estadounidense Oldenquist lo expresa así “La identidad social que [es decir, las personas] sienten con su grupo suele ser un elemento fuerte y definitorio de sus personalidades”. (Oldenquist y Koller 1997) Y aquí está el filósofo quebequense K. Nielsen, que parte de la necesidad de autoidentidad o autodefinición de la persona y termina instando a la necesidad de un Estado-nación para cada grupo etno-nacional:
4Otro filósofo canadiense, Charles Taylor, ha propuesto, con algunas reservas, un argumento lingüístico a favor de la identidad nacional (Taylor, 1993, 33-34). Lo describe como derivado del Romanticismo y muestra mucha simpatía por él, pero al final declina sabiamente respaldarlo él mismo. Según la reconstrucción de Taylor, tiene cinco pasos. Las condiciones de nuestra identidad son indispensables para “ser sujetos humanos plenos”. Ahora bien, el polo crucial de la identificación es “la lengua/cultura y, por tanto, la comunidad lingüística”. La disponibilidad de la comunidad lingüística es indispensable para ser un sujeto humano pleno. Por supuesto, uno tiene derecho a exigir que se respete su condición de sujeto humano. Implícitamente, uno tiene derecho a exigir que se respeten “las condiciones de nuestra comunidad lingüística como polo viable de identificación”. Permítanme finalmente explicitar el último paso, implícito en el título del capítulo de Taylor, “¿Por qué las naciones tienen que convertirse en Estados? (Taylor, 1993): la condición para que la comunidad sea un polo viable de identificación es que se convierta en un Estado.
Cuál es la importancia de la identidad nacional
Este debate parte de una distinción muy clara entre los dos tipos de identidad nacional. Si bien esto es correcto en determinadas circunstancias y algunos Estados encajan claramente en una u otra categoría (por ejemplo, Francia y Alemania), el panorama en el Reino Unido es más complicado. Tilley et al. (2004) citan a Cohen (1994), quien describe la britanidad como un concepto “difuso” que no puede colocarse fácilmente en ninguno de estos dos cubos. Por ello, proponen una matriz en la que estos dos tipos de identidad nacional se cruzan entre sí, dando lugar a cuatro posibles tipos de identidad nacional. Esto se ilustra en la figura 4.1. Su análisis de los datos del ISSP de 1995 y 2003 sugiere que la mayoría de los británicos piensan en la identidad nacional de una forma que combina las dimensiones étnica y cívica.
¿quiénes somos?: el reto
Las encuestas muestran que un alto porcentaje de ciudadanos británicos “se sienten británicos”. Pero, ¿qué es exactamente lo que la gente tiene en mente cuando dice esto? La gente puede pensar de forma diferente sobre esta cuestión, y quizás también sea británico dar varios significados a la identidad británica. Aun así, ¿podemos definir qué es “sentirse” británico? ¿O incluso qué es lo que no es británico, ya sea un patrón de comportamiento, una creencia o una forma de hacer las cosas?
Hasta no hace mucho, los países europeos no se enfrentaban a la pregunta “¿quiénes somos?” ni buscaban un vínculo que los uniera. La identidad nacional era un hecho, no algo que tuviera que definirse. Pero los tiempos han cambiado. La cuestión de la inmigración, junto con los procesos de globalización y el auge de los derechos de las minorías y el multiculturalismo, han conducido a una nueva realidad en la que resulta más difícil saber qué significa tener una identidad nacional, hasta qué punto es legítimo actuar sobre esas identidades o imponerlas a los recién llegados. La inmigración, más que cualquier otra cosa, ha puesto en primer plano la cuestión de la identidad nacional, animando a los Estados-nación a definirse a sí mismos. Como observó acertadamente George Orwell, “sólo cuando conoces a alguien de una cultura diferente a la tuya empiezas a darte cuenta de cuáles son realmente tus propias creencias”.
Definición de identidad nacional oxford
A menudo, en el contexto de la marca de lugar, se oye hablar o escribir sobre la marca de nación. Pero, ¿qué es una nación, por qué nos sentimos parte de una nación y qué papel juega el discurso, especialmente los medios de comunicación, en lo que percibimos como identidad nacional? He aquí algunas reflexiones y reflexiones a partir de la revisión de la literatura sobre el tema.
Podría decirse que la descripción más conocida de una nación es la concepción de Benedict Anderson (1983) de que las naciones son comunidades imaginadas. Son imaginadas “porque los miembros, incluso de la nación más pequeña, nunca conocerán a la mayoría de sus compañeros, ni se reunirán con ellos, ni siquiera oirán hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión” (Anderson, 1983, p. 15).
Martin (1995) y Wodak, De Cillia, Reisigl y Liebhart (1999) han identificado el lenguaje y el discurso como los medios esenciales a través de los cuales se presenta la singularidad y distinción de una comunidad y sus valores particulares, lo que los convierte en un instrumento clave en la construcción social de las comunidades imaginadas.