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Que son las sustancias cancerigenas
Ejemplos de carcinógenos
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Otras veces un carcinógeno puede causar daños e inflamación, lo que hace que las células se dividan más rápidamente. Siempre existe la posibilidad de que se produzca una mutación cuando esto ocurre, lo que a su vez aumenta la posibilidad de desarrollar un cáncer.
La tendencia a desarrollar cáncer puede, por ejemplo, heredarse como parte de su conjunto de genes, o genoma. Esto, conocido como predisposición genética, significa que es más probable desarrollar un cáncer en determinadas condiciones y con determinadas exposiciones que alguien sin la misma susceptibilidad genética.
También es importante tener en cuenta que el cáncer suele estar causado por una acumulación de mutaciones, más que por un solo insulto. Por este motivo, una serie de factores pueden actuar conjuntamente para aumentar o disminuir el riesgo de desarrollar un cáncer.
Carcinógenos biológicos
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Las bacterias cancerígenas son organismos infecciosos de los que se sabe o se sospecha que causan cáncer[1]. Aunque durante mucho tiempo se ha considerado que las bacterias asociadas al cáncer son oportunistas (es decir, que infectan tejidos sanos después de que el cáncer ya se haya establecido), hay algunas pruebas de que las bacterias pueden ser directamente cancerígenas. Las pruebas más sólidas hasta la fecha se refieren a la bacteria H. pylori y su papel en el cáncer gástrico[2].
El Helicobacter pylori coloniza el estómago y el duodeno humanos. En algunos casos puede causar cáncer de estómago[3][4] y linfoma MALT.[5] Los modelos animales han demostrado los postulados tercero y cuarto de Koch para el papel del Helicobacter pylori en la causación del cáncer de estómago.[6] El mecanismo por el que el H. pylori causa cáncer puede implicar una inflamación crónica, o la acción directa de algunos de sus factores de virulencia, por ejemplo, el CagA se ha implicado en la carcinogénesis.[7]
Cómo causan el cáncer los carcinógenos
El cáncer es una enfermedad caracterizada por el crecimiento y la división incontrolados de las células. Estas células tienen la capacidad de invadir el órgano en el que se originan, viajar a través de la sangre y el líquido linfático hasta otros órganos y crecer en ellos.
La antigua Directiva de Sustancias Peligrosas, conocida como DSD (67/548/CEE) y el nuevo Reglamento 1272/2008 (comúnmente conocido como CLP) identifican las sustancias cancerígenas y mutagénicas con las siguientes frases de riesgo (R) e indicaciones de peligro (H):
Debido a la gravedad de los daños derivados de la exposición a las sustancias carcinógenas y mutágenas, éstas deben considerarse sustancias extremadamente preocupantes, y debe promoverse su eliminación/sustitución como medida de precaución, siguiendo los principios de la acción preventiva según la Directiva 89/391/CEE relativa a la seguridad y la salud de los trabajadores en el trabajo.
Además, la Directiva 2004/37/CE relativa a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes carcinógenos durante el trabajo, establece la obligación de los empresarios de sustituir los agentes carcinógenos y mutágenos por otras sustancias no peligrosas o menos peligrosas siempre que sea técnicamente posible. Esta obligación se aplica únicamente a los productos químicos que cumplen los criterios de clasificación como carcinógenos o mutágenos de las categorías 1A o 1B (según el Reglamento CLP) o 1 o 2 (según la DSD).
Carcinógenos en los alimentos
Un carcinógeno es cualquier sustancia, radionúclido o radiación que promueve la carcinogénesis, la formación de cáncer. Esto puede deberse a la capacidad de dañar el genoma o a la alteración de los procesos metabólicos celulares. Varias sustancias radiactivas se consideran carcinógenas, pero su actividad carcinógena se atribuye a la radiación, por ejemplo rayos gamma y partículas alfa, que emiten. Ejemplos comunes de carcinógenos no radiactivos son el amianto inhalado, ciertas dioxinas y el humo del tabaco. Aunque el público suele asociar la carcinogenicidad con las sustancias químicas sintéticas, es igualmente probable que aparezca tanto en las sustancias naturales como en las sintéticas[1] Los carcinógenos no son necesariamente tóxicos de forma inmediata, por lo que su efecto puede ser insidioso.
El cáncer es cualquier enfermedad en la que las células normales resultan dañadas y no se someten a la muerte celular programada con la misma rapidez con la que se dividen por mitosis. Los carcinógenos pueden aumentar el riesgo de cáncer al alterar el metabolismo celular o dañar el ADN directamente en las células, lo que interfiere en los procesos biológicos e induce la división maligna e incontrolada, lo que finalmente conduce a la formación de tumores. Por lo general, los daños graves en el ADN conducen a la muerte celular programada, pero si la vía de la muerte celular programada está dañada, la célula no puede evitar convertirse en una célula cancerosa.