Una exacerbada fe, luz tenue, olor a incienso, altar improvisado y música envolvente, fueron los acompañantes idóneos para un pregón religioso, sentido y emocionado de la Semana Santa baenense, en el que su pregonero, Juan Carlos Roldán Sillero, supo como nadie contar “sin ser un cuento” lo que es esta semana grande en Baena.
Fotógrafo de profesión, a su canto dulce, sincero y entendido, puso preciosas imágenes de fondo que iban acompañando el devenir de estos días grandes, haciendo un guiño a que “no se pueden contar los sentimientos, porque no hay una sola Semana Santa, hay miles” según los ojos que la miren.
Especialmente doliente, en el que su voz se vió quebrada, fue el momento en el que narró como Cristo se aferra a su Cruz por nosotros: “la enfermedad es cruz, la soledad es cruz, la indiferencia es cruz, el maltrato, la violencia y el abuso es cruz. Y nos damos cuenta de que si abrazamos la cruz, te abrazamos también a ti”. “Al abrazar esa que llevas entre tus brazos, abrazas también todas las nuestras”, rezó.
El pregonero quiso hacer una dedicación especial a todas las imágenes de la Virgen que desfilan en la Semana Santa: “no me he olvidado de ti Madre….he querido traerte hasta aquí para alejarte del dolor de tu hijo, para apartarte de la triste visión de su pasión, del horror de su muerte”.
FUENTE: SARA NÚÑEZ/EL DÍA