La lacra del paro golpea mucho en Córdoba, pero no lo hace con todos por igual. Según el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), a fecha de diciembre de 2007, el 42 por ciento de los desempleados de la capital llevaba más de un año sin encontrar trabajo. Todos ellos han alcanzado la condición de parados de larga duración (los que llevan más de un año inscritos en las listas del desempleo en busca de trabajo sin hallarlo). Al acabar el pasado ejercicio, había 10.929 desempleados que sumaban más de 365 días sin lograr un empleo sobre un total de 26.201 parados.
Pero, además, el dato de Córdoba la convierte, a fecha de diciembre de 2007, en la capital andaluza, porcentualmente, con más parados de larga duración. Se quedó muy cerca Sevilla, donde el 41,4 por ciento de sus desempleados acumuló más de un año sin lograr un empleo.
Con este indicador, no extraña que Córdoba se sitúe muy por encima de la media andaluza: a finales de 2007, el 32 por ciento de los desempleados llevaba más de 365 días buscando una ocupación. Todavía hay más diferencia con España (29,7 por ciento).
Y el dato de Córdoba, que indica que hay un gran colectivo de personas en la ciudad -casi 11.000- que llevan mucho tiempo atrapadas en esta lacra socioeconómica, no es puntual.
Si se mira a los otros cierres de ejercicio de los que el SAE ha facilitado cifras, se observa que en 2006 Córdoba fue la segunda capital andaluza, porcentualmente, con más parados de larga duración -el 41,6 por ciento- y en 2005 también ocupó el primer puesto (43,9 por ciento).
Y cuantitativamente tampoco hubo consuelo. Los 10.929 parados que llevaban más de un año sin trabajo en diciembre de 2007 son sólo dos menos que los que había un año antes (10.931). Sin embargo, en el conjunto de la capital sí hubo una leve bajada interanual del paro (0,4 por ciento).
Para entender mejor los altos niveles de desempleados de larga duración de la capital, hay que observar el peso de los grupos de las mujeres y de los mayores de 45 años en el colectivo de parados. Sus dificultades para acceder al mercado de trabajo les convierten en candidatos a perpetuarse en las listas del paro. Así, hay que reseñar que, en diciembre de 2007, en la capital, el 41,4 por ciento de los desempleados tenía 45 años o más.
Respecto a las mujeres, de cada 100 parados, 63 eran féminas. Además, hay que recordar que, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) municipal del segundo trimestre de 2007, la tasa de paro de las mujeres en la capital era de un 21,1 por ciento. Es decir, de cada 100 féminas en edad de trabajar y que querían hacerlo, 21 no tenían empleo. Son 10,6 puntos más que en España.
Valga un último dato de muestra para ver cómo se ceba esta lacra socioeconómica en las mujeres, aunque sea un indicador del conjunto de la provincia. En diciembre de 2007, el 74 por ciento de los desempleados de larga duración era mujer -el SAE no baja al detalle del sexo de los parados en las cifras de las capitales-.
Si a estos factores se les suma el elevado número de parados sin formación laboral de la ciudad o que la economía de Córdoba es menos dinámica que la de otras urbes, parecen darse los elementos suficientes para explicar el especial impacto del paro de larga duración por estos lares.
De vuelta al tiempo que los habitantes de la capital llevan inscritos en el SAE a la espera de encontrar un «curro», tras el colectivo de los parados de larga duración, aparece el de los que llevan sin trabajo tres meses o menos. Son 7.690, lo que supone un 29,3 por ciento del total.
El siguiente grupo más numeroso es el de los desempleados que llevan apuntados a las listas del paro de tres a seis meses. Se trata de 3.839 ciudadanos y son un 14,6 por ciento del global de desempleados.
Por último, hay 2.047 personas que llevan inscritas en las listas del SAE entre 6 y 9 meses (7,8 por ciento del total de parados) y otras 1.696 acumulan sin empleo entre 9 y 12 meses (6,5 por ciento).