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Museo nacional de arte barcelona
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Estudiantes y educadores sin titulación de la Generalitat de Catalunya.Acuerdos con diferentes operadores turísticos: Touristcheck, Barcelona City Tour, BCN Pass, IVenture y Bus Turístic.Grupos de más de 15 personas.(*) Los visitantes deben presentar la credencial necesaria para acceder gratuitamente. Las entradas dan acceso ilimitado a todas las exposiciones actuales y a la colección permanente en el plazo de un mes desde su activación en la recepción.
GuardarropaQueremos que su visita sea lo más agradable posible. Por ello, ponemos a su disposición taquillas que los usuarios pueden activar con una moneda de 1 euro. No se pueden introducir scooters ni bicicletas. Ascensor y rampasEl ascensor está desactivado y sólo puede ser utilizado por visitantes con movilidad reducida, visitantes con carritos de bebé o sillas de paseo, etc. Si este es su caso, pida a nuestro personal de atención al cliente que active el ascensor. En caso contrario, para acceder a las plantas superiores deberá utilizar la rampa, y para bajar a las plantas inferiores deberá utilizar las escaleras, respetando siempre las distancias de seguridad.
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La historia de esta institución se remonta al siglo XIX, cuando, de acuerdo con los principios que inspiraron la Renaixença cultural y política de Cataluña, movimiento especialmente activo en ese siglo, se pusieron en marcha numerosos proyectos para contribuir a la recuperación y conservación del patrimonio artístico del país. Este proceso se inició con la creación del Museu d’Antiguitats de Barcelona en la Capilla de Santa Águeda (1880) y del Museu Municipal de Belles Arts en el Palau de Belles Arts (1891), palacio construido con motivo de la Exposición Universal de 1888. El proyecto de instalar todas estas colecciones de arte catalán en el Palau Nacional, puesto en marcha en 1934 por iniciativa de Joaquim Folch i Torres, primer director del Museo de Arte de Cataluña, se vio frustrado por el estallido de la Guerra Civil española (1936-1939), cuando para su protección muchas obras fueron trasladadas a Olot, Darnius y París (donde se estableció una importante exposición). Durante la posguerra, las colecciones de los siglos XIX y XX se instalaron en el Museu d’Art Modern, alojado desde 1945 hasta 2004 en el edificio del Arsenal del Parque de la Ciutadella de Barcelona, mientras que las colecciones románica, gótica y barroca se instalaron en el Palau en 1942.
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La historia de esta institución se remonta al siglo XIX, cuando, de acuerdo con los principios que inspiraron la Renaixença (renacimiento) cultural y política de Cataluña, un movimiento especialmente activo en ese siglo, se pusieron en marcha numerosos proyectos para ayudar a recuperar y conservar el patrimonio artístico del país. Este proceso se inició con la creación del Museu d’Antiguitats de Barcelona en la Capilla de Santa Águeda (1880) y del Museu Municipal de Belles Arts en el Palau de Belles Arts (1891), palacio construido con motivo de la Exposición Universal de 1888. El proyecto de instalar todas estas colecciones de arte catalán en el Palau Nacional, puesto en marcha en 1934 por iniciativa de Joaquim Folch i Torres, primer director del Museo de Arte de Cataluña, se vio frustrado por el estallido de la Guerra Civil española (1936-1939), cuando para su protección muchas obras fueron trasladadas a Olot, Darnius y París (donde se estableció una importante exposición). Durante la posguerra, las colecciones de los siglos XIX y XX se instalaron en el Museu d’Art Modern, alojado desde 1945 hasta 2004 en el edificio del Arsenal del Parque de la Ciutadella de Barcelona, mientras que las colecciones románica, gótica y barroca se instalaron en el Palau en 1942.
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La historia de esta institución se remonta al siglo XIX, cuando, de acuerdo con los principios que inspiraron la Renaixença cultural y política de Cataluña, un movimiento especialmente activo en ese siglo, se pusieron en marcha numerosos proyectos para contribuir a la recuperación y conservación del patrimonio artístico del país. Este proceso se inició con la creación del Museu d’Antiguitats de Barcelona en la Capilla de Santa Águeda (1880) y del Museu Municipal de Belles Arts en el Palau de Belles Arts (1891), palacio construido con motivo de la Exposición Universal de 1888. El proyecto de instalar todas estas colecciones de arte catalán en el Palau Nacional, puesto en marcha en 1934 por iniciativa de Joaquim Folch i Torres, primer director del Museo de Arte de Cataluña, se vio frustrado por el estallido de la Guerra Civil española (1936-1939), cuando para su protección muchas obras fueron trasladadas a Olot, Darnius y París (donde se estableció una importante exposición). Durante la posguerra, las colecciones de los siglos XIX y XX se instalaron en el Museu d’Art Modern, alojado desde 1945 hasta 2004 en el edificio del Arsenal del Parque de la Ciutadella de Barcelona, mientras que las colecciones románica, gótica y barroca se instalaron en el Palau en 1942.
