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Dolor lumbar irradiado a piernas
dolor lumbar e inguinal nhs
El dolor lumbar puede estar causado por una hernia discal, artritis de la articulación facetaria, estrechamiento congénito del canal espinal y otras afecciones. Algunos pacientes tienen dolor de espalda que también se asocia con dolor y/o otros síntomas en las piernas.
La radiculitis lumbar es una inflamación o irritación de una raíz nerviosa en la región inferior de la columna vertebral. A menudo tiene su origen en una hernia o prolapso de disco que presiona contra un nervio en el lugar en que éste entra en la columna vertebral. La artritis de las articulaciones facetarias de la columna vertebral también puede provocar una irritación de la raíz nerviosa.
La radiculitis lumbar puede afectar a los nervios que se originan a cada lado de las cinco vértebras lumbares, así como a un nervio que se ramifica desde el sacro. Estos nervios inervan todos los músculos de las piernas y también comunican la sensación de las piernas al cerebro.
Los pacientes suelen describir un dolor agudo y ardiente, o sordo y molesto, que puede recorrer el músculo glúteo, hasta el muslo, la pantorrilla y el pie. A medida que los síntomas empeoran, el paciente puede empezar a experimentar también debilidad, entumecimiento y hormigueo en las piernas.
dolor lumbar e inguinal (varón)
En este estudio se presenta el caso de una mujer de 47 años con dolor lumbar que se irradia a la ingle y a las regiones anteriores del muslo y la pierna izquierdos. Al inicio de los síntomas, la electromiografía mostró una radiculopatía L3-L4 izquierda, y la resonancia magnética nuclear reveló una protrusión discal en el mismo nivel con pinzamiento de la raíz nerviosa espinal. Los síntomas clínicos se atribuyeron a un conflicto disco-radicular lumbar. La paciente fue sometida a un tratamiento antiinflamatorio con esteroides epidurales, manipulaciones quiroprácticas de la columna vertebral y un programa de rehabilitación, sin obtener alivio. Trece meses después de la aparición del dolor, una tomografía computarizada de las articulaciones sacroilíacas mostró una lesión osteolítica en el hueso ilíaco de la articulación izquierda, y una gammagrafía ósea puso de manifiesto focos de intensa captación en el hueso ilíaco izquierdo y en la extremidad proximal izquierda del fémur. La biopsia ósea y los exámenes patológicos mostraron hallazgos consistentes con un linfoma no Hodgkin de células B grandes. Este caso clínico pone de manifiesto que al hacer el diagnóstico diferencial de la lumbalgia irradiada a la pierna hay que tener en cuenta la rara posibilidad de que el dolor se deba a un linfoma no Hodgkin que afecte simultáneamente al hueso ilíaco y a la extremidad proximal del fémur.
dolor lumbar que se irradia a la zona pélvica delantera
La mayoría de las personas experimentan algún tipo de dolor lumbar a lo largo de su vida. Aproximadamente el 97% de los dolores de espalda están causados por un problema mecánico y mejoran rápidamente. Pero hay que tener en cuenta otras posibles causas desde el principio, porque muchas de ellas requieren un tratamiento no quirúrgico o quirúrgico muy específico. Una atención cuidadosa y temprana para obtener el diagnóstico correcto maximizará el éxito del tratamiento elegido para cada paciente.
Cuando el dolor de espalda se asocia a fiebre, pérdida de sensibilidad o fuerza en las piernas o dificultad para orinar, se requiere una rápida atención médica. Cuando el dolor de espalda es mecánico, los pacientes pueden hacer ejercicio y aprender técnicas de levantamiento y movimiento para prevenir futuros episodios.
Existen múltiples procedimientos de tratamiento del dolor, como la inyección epidural de esteroides, y varios tipos de procedimientos quirúrgicos para las personas en las que las medidas conservadoras no son eficaces.
Dos de cada tres adultos padecen lumbalgia en algún momento. El dolor de espalda es la segunda razón por la que los adultos visitan al médico y la primera razón de las visitas ortopédicas. Hace que la gente se quede en casa sin trabajar e interfiere en las actividades diarias rutinarias, el ocio y el ejercicio. La buena noticia es que para 9 de cada 10 pacientes con lumbalgia, el dolor es agudo, lo que significa que es de corta duración y desaparece en pocos días o semanas. Sin embargo, hay casos de lumbalgia que tardan mucho más en mejorar, y algunos que necesitan una evaluación para detectar una posible causa distinta de la distensión muscular o la artritis.
últimas etapas de la ciática
La lumbalgia con dolor referido puede variar mucho en cuanto a gravedad y calidad. Suele ser doloroso, sordo y migratorio (se desplaza). Suele ir y venir y a menudo varía en intensidad. Puede ser el resultado de la misma lesión o problema que causa el dolor de espalda axial simple y a menudo no es más grave.
El dolor referido suele sentirse en la zona lumbar y tiende a irradiarse hacia la ingle, la nalga y la parte superior del muslo. El dolor suele desplazarse y rara vez se irradia por debajo de la rodilla. Este tipo de lumbalgia no es tan frecuente como la lumbalgia axial o la ciática con dolor radicular.
El dolor referido es análogo al que se irradia por el brazo izquierdo durante un infarto. Es el resultado de la extensa red de nervios sensoriales interconectados que irrigan muchos de los tejidos de la zona lumbar, la pelvis y el muslo.
Una lesión en cualquiera de estas estructuras puede hacer que el dolor se irradie -o se “derive”- a cualquiera de las otras estructuras. Es importante entender que este tipo de dolor no se debe a “nervios pinzados”.