El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha remitido nuevamente una carta a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, con copia al ministro de Agricultura, Luis Planas, en la que traslada una serie de demandas históricas de regadío por parte de los agricultores de Córdoba, tanto en la cuenca del Guadalquivir como en la del Guadiana, para que se valoren y sean incluidas en los acuerdos que se adopten dentro del Pacto Nacional del Agua, al igual que hizo en su día con la anterior ministra de Agricultura y Medioambiente cuando anunció e impulsó este pacto.
Asimismo, se ha dirigido también a la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, otra misiva para que esas mismas demandas sean tenidas en cuenta por el grupo de trabajo para el Pacto Andaluz por el Agua, constituido el pasado mes de julio y formado por todos los partidos políticos con representación en el Parlamento Andaluz, y que sean trasladadas por el mismo al Gobierno de España, que es quien tiene las competencias para autorizar el incremento de los regadíos a través de las confederaciones hidrográficas.
A través de una nota de prensa desde Asaja Córdoba explican que “la gran demanda del campo cordobés es la necesidad de ampliar los regadíos para garantizar un futuro a las explotaciones de la provincia”. Y es que, como detallan, “Córdoba es la provincia de la cuenca del Guadalquivir que más agua almacena, un 49,55% y, sin embargo, es la que menos riegos tiene, solo un 16,83%”.
De igual modo, Córdoba es la provincia que menos porcentaje de olivar en riego tiene en esta cuenca, solo un 14,39%, a pesar de ser la segunda en superficie de olivar, por lo que, según Asaja Córdoba “esta situación empobrece nuestras zonas rurales debido a la penosa situación de los cultivos de secano, que hace que sólo los riegos sean competitivos”.
Asimismo, desde Asaja aseguran “que hay dotaciones suficientes para revertir la situación” ya que según datos de la Consejería de Agricultura, en Córdoba se han dejado de usar desde los años 90 un mínimo de 228 hm3, o no se han asignado dotaciones previstas en el Plan Hidrológico, mientras que en otras provincias se han ido incrementando los regadíos desde esa fecha. Esos 228 hm3 procederían de las zonas regables del Guadalmellato, Guadajoz, Genil-Cabra y riegos con toma directa, entre otras, que darían para poner 150.000 hectáreas de olivar en riego, lo cual supondría mucho empleo y riqueza.
Pero además, prosigue la nota indicando que “se sigue yendo mucha agua al mar durante diferentes épocas del año, pues no se permiten bombeos directos a balsas de aguas de escorrentía invernales”. También denuncian que se están poniendo “todo tipo de trabas a la construcción de balsas y microembalses, en muchos casos por la falta de coordinación entre la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y las consejerías que han tenido o tienen estas competencias, que cada una actúa por su cuenta”.
También “existen limitaciones al uso de aguas regeneradas (ahora parece que en vías de solución), o limitaciones a nuevas concesiones de aguas subterráneas y legalizaciones de pozos, todo lo cual frena la inversión y la generación de riqueza”.
Además, “no se soluciona el problema del tapón salino que, con 150 millones de euros estaría resuelto y se liberarían otros cerca de 100 Hm3. Tampoco se finaliza la zona regable del Genil-Cabra, según estaba prevista, y no se dan ayudas a modernizar los riegos con toma directa del Guadalquivir”.
De esta forma, añade Fernández de Mesa, “podemos concluir que Córdoba tiene una infradotación de regadío muy notable frente a otras provincias y que hay dotaciones suficientes para revertir la situación”. “Eso es lo que desde Asaja pedimos que se valore en el Pacto Nacional del Agua y en el Pacto Andaluz del Agua porque no cambiar este injusto agravio sería poner en grave riesgo la economía de las zonas rurales cordobesas, más aún cuando hay agua suficiente sin quitar nada a nadie si se toman las decisiones adecuadas, que permitirían poner en Córdoba un mínimo de 150.000 ha. de olivar en riego a razón de 1.500 m3/Ha”.
Asimismo, Asaja quiere expresar con rotundidad que, mientras no se solucionen estas demandas de Córdoba, se “opondrá con firmeza al trasvase de agua del Iznájar hacia otras provincias”, como el anunciado hace unos días por la consejera cuando indicó que estaban trabajando con el Ministerio de Transición Ecológica en la necesidad de fijar fechas y plazos concretos para infraestructuras básicas como ese trasvase, pues hacerlo “supondría ahondar aún más en el agravio a Córdoba como ha ocurrido hasta ahora, lo cual no sería ni justo ni razonable por el perjuicio que supondría al campo cordobés”.
Tampoco puede olvidarse que, en esta cuenca del Guadalquivir, hay unas importantes zonas ganaderas en la Sierra de Córdoba que, a veces, tienen problemas muy serios de abastecimiento de agua para el ganado, como en este año, que podrían solucionarse con autorizaciones, por parte de la Confederación Hidrográfica, de microembalses de un volumen mínimo o facilitando la realización de pozos.
Por otra parte, en la cuenca del Guadiana, “hay una posibilidad real muy importante de hacer una zona regable en esa parte de la provincia tan desfavorecida con los muchos Hm3 disponibles del embalse de La Colada”. Una vez se solucione en esa zona la gran demanda es garantizar el abastecimiento de agua para el ganado.
Por último, Asaja Córdoba ha solicitado a la consejera que retome e impulse la Mesa del Agua y el Regadío, y que sea ésta el foro donde debatir y analizar todos estos asuntos en la provincia de Córdoba.