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Vitaminas para las articulaciones
Glucosamina
in Dolor ArticularDiciembre 14, 2018 Tagged With: dolor articular, ortopediaUna dieta saludable puede hacer maravillas en muchos aspectos de tu bienestar. Complementar tu dieta con suplementos que incluyan vitaminas puede prevenir resfriados y fortalecer los huesos. Pero muchos suplementos también pueden ayudar a aliviar su dolor articular.
Antes de empezar a tomar cualquier suplemento, habla con tu médico para asegurarte de que estás tomando la dosis correcta y de que no interfiere con ningún medicamento de venta libre o con receta que uses actualmente. Además, un exceso de algo bueno puede ser tóxico para el organismo. Al igual que con cualquier otra medicación, toma los suplementos sólo como te los han recetado o indicado.
La vitamina C es conocida por alejar los resfriados invernales, pero también es un potente antioxidante que lucha contra la inflamación al servir de cofactor en la síntesis del colágeno, la principal proteína del tejido articular y de los huesos. La vitamina C también combate las infecciones que pueden provocar la inflamación de las articulaciones y es muy recomendable para quienes tienen el sistema inmunitario debilitado, especialmente los que padecen artritis reumatoide, que puede causar estragos en las articulaciones.
Las mejores vitaminas para las articulaciones y los huesos
El uso de un suplemento para apoyar las estructuras circundantes de la articulación puede ayudar a aliviar el dolor y prevenir un mayor daño articular. Los suplementos de glucosamina pueden aliviar el dolor de la artrosis.
Si decide tomar suplementos de glucosamina, tenga en cuenta que puede haber algunos efectos secundarios para las personas que padecen diabetes e hipertensión. Hay pruebas de que la glucosamina aumenta los niveles de azúcar y colesterol en sangre.
Los suplementos para las articulaciones suelen combinar la condroitina con la glucosamina y otras sustancias químicas para ralentizar la degradación del cartílago. Los estudios demuestran que la condroitina frena el desarrollo de cataratas y previene las infecciones del tracto urinario.
Si tiene una enfermedad preexistente, como asma o hemofilia, o si tiene antecedentes familiares de cáncer de próstata, evite el uso de condroitina. Añadir un suplemento de condroitina puede empeorar su situación.
Otro factor a tener en cuenta es la fuente de su suplemento de condroitina. Dado que la condroitina se elabora a partir de productos de origen animal, debe comprar una marca que tenga reputación de utilizar ingredientes de alta calidad.
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El complejo vitamínico B es un tipo de vitamina no antioxidante. No entendemos del todo cómo este tipo de vitamina puede tratar las afecciones relacionadas con la artritis, pero las pruebas de los ensayos sugieren que las vitaminas B3, B9 y B12 podrían tener algún beneficio en el tratamiento de la osteoartritis, sobre todo para mejorar la movilidad de las articulaciones y el agarre de las manos. La vitamina B6 puede reducir los niveles de los marcadores de inflamación en la artritis reumatoide, pero no hay pruebas de los ensayos de que mejore las medidas clínicas.
Las vitaminas son sustancias nutritivas que se necesitan en pequeñas cantidades en la dieta. A excepción de la vitamina B12, que puede almacenarse en el hígado hasta cuatro años, el cuerpo almacena todas las vitaminas hidrosolubles sólo durante un breve período de varias semanas a varios meses y luego las elimina a través de la orina. Por eso hay que tomar vitaminas hidrosolubles a diario.
Todavía no sabemos cuál es la mejor dosis de complejo vitamínico B para la artritis y las afecciones relacionadas, pero los ECA han utilizado dosis diarias de 3 g de vitamina B3, 6.400 μg de vitamina B9 y 20 μg de vitamina B12. Los suplementos de vitamina B9 (ácido fólico) son seguros, incluso con dosis altas. Aparte de los síntomas gastrointestinales ocasionales y el picor, la vitamina B12 tiene un perfil de seguridad elevado.
Vitaminas para los nervios y las articulaciones
Puede parecer una pregunta tonta, pero ¿cuánto sabemos realmente sobre nuestros propios huesos (colgar un esqueleto en Halloween no cuenta como experiencia, nos tememos)? Nuestros huesos son estructuras vivas que se renuevan constantemente para mantener nuestro cuerpo fuerte, proteger nuestros órganos y permitirnos movernos libremente.
Una sustancia llamada colágeno constituye la mayor parte de nuestros huesos, combinada con un mineral llamado fosfato. Este dúo crea una estructura robusta pero flexible que puede soportar fuerzas de hasta tres veces nuestro propio peso corporal.
Hay dos tipos de hueso en nuestro cuerpo: los huesos corticales, que crean el “tubo” exterior robusto y sólido, y los huesos trabeculares, que constituyen la estructura interior blanda y en forma de panal, que hace que los huesos sean duros pero ligeros.
Los cuerpos humanos adultos tienen 206 huesos: el más largo es el fémur (hueso del muslo) y el más pequeño el estribo (un hueso diminuto en el oído). Cuando somos bebés, tenemos 300 huesos, pero algunos de ellos se fusionan al crecer, como los huesos del cráneo.
Ejercicio: mantener el cuerpo en movimiento es fundamental para la formación de los huesos (¡ya sabíamos que por algo nos obligaban a hacer Educación Física en el colegio!) Esto se debe a que, cuando hacemos ejercicio, nuestros músculos tiran de los huesos y desencadenan un nuevo crecimiento.