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Teoria de la evolucion por seleccion natural
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La teoría de la evolución de Darwin implica las siguientes ideas fundamentales. Las tres primeras ideas ya eran objeto de debate entre los naturalistas anteriores y contemporáneos que trabajaban en el “problema de las especies” cuando Darwin comenzó su investigación. Las aportaciones originales de Darwin fueron el mecanismo de la selección natural y las abundantes pruebas del cambio evolutivo procedentes de muchas fuentes. También aportó explicaciones muy detalladas sobre las consecuencias de la evolución para nuestra comprensión de la historia de la vida y la diversidad biológica moderna.
El principal mecanismo de cambio a lo largo del tiempo es la selección natural, que se explica a continuación. Este mecanismo provoca cambios en las propiedades (rasgos) de los organismos dentro de los linajes de generación en generación.
De una generación a otra, la lucha por los recursos (lo que Darwin denominó la “lucha por la existencia”) favorecerá a los individuos con algunas variaciones en detrimento de otros y, por tanto, cambiará la frecuencia de los rasgos dentro de la población. Este proceso es la selección natural. Los rasgos que confieren una ventaja a los individuos que dejan más descendencia se llaman adaptaciones.
Especiación alopátrica
La selección natural es la supervivencia y reproducción diferencial de los individuos debido a las diferencias de fenotipo. Es un mecanismo clave de la evolución, el cambio de los rasgos heredables característicos de una población a lo largo de las generaciones. Charles Darwin popularizó el término “selección natural”, contraponiéndolo a la selección artificial, que en su opinión es intencionada, mientras que la selección natural no lo es.
La variación existe en todas las poblaciones de organismos. Esto ocurre, en parte, porque surgen mutaciones aleatorias en el genoma de un organismo individual, y su descendencia puede heredar dichas mutaciones. A lo largo de la vida de los individuos, sus genomas interactúan con sus entornos para provocar variaciones en los rasgos. El entorno de un genoma incluye la biología molecular en la célula, otras células, otros individuos, poblaciones, especies, así como el entorno abiótico. Como los individuos con determinadas variantes del rasgo tienden a sobrevivir y reproducirse más que los individuos con otras variantes menos exitosas, la población evoluciona. Otros factores que afectan al éxito reproductivo son la selección sexual (que ahora suele incluirse en la selección natural) y la selección de la fecundidad.
Especiación
La selección natural es la supervivencia y reproducción diferencial de los individuos debido a las diferencias de fenotipo. Es un mecanismo clave de la evolución, el cambio de los rasgos heredables característicos de una población a lo largo de las generaciones. Charles Darwin popularizó el término “selección natural”, contraponiéndolo a la selección artificial, que en su opinión es intencionada, mientras que la selección natural no lo es.
La variación existe en todas las poblaciones de organismos. Esto ocurre, en parte, porque surgen mutaciones aleatorias en el genoma de un organismo individual, y su descendencia puede heredar dichas mutaciones. A lo largo de la vida de los individuos, sus genomas interactúan con sus entornos para provocar variaciones en los rasgos. El entorno de un genoma incluye la biología molecular en la célula, otras células, otros individuos, poblaciones, especies, así como el entorno abiótico. Como los individuos con determinadas variantes del rasgo tienden a sobrevivir y reproducirse más que los individuos con otras variantes menos exitosas, la población evoluciona. Otros factores que afectan al éxito reproductivo son la selección sexual (que ahora suele incluirse en la selección natural) y la selección de la fecundidad.
La teoría de la evolución por selección natural de darwin
Cuando Charles Darwin articuló su teoría de la evolución por selección natural en El origen de las especies en 1859, se centró en las adaptaciones, los cambios que permiten a los organismos sobrevivir en entornos nuevos o cambiantes. La selección de adaptaciones favorables, sugirió, permitió que antiguas formas ancestrales se diversificaran gradualmente en innumerables especies.
Ese concepto era tan poderoso que podríamos suponer que la evolución tiene que ver con la adaptación. Por eso puede sorprender que, durante medio siglo, la opinión predominante en los círculos académicos haya sido que no lo es.
La selección no está en duda, pero muchos científicos han argumentado que la mayoría de los cambios evolutivos aparecen a nivel del genoma y son esencialmente aleatorios y neutrales. Los cambios adaptativos provocados por la selección natural podrían esculpir una aleta en un pie primitivo, decían, pero esos cambios sólo hacen una pequeña contribución al proceso evolutivo, en el que la composición del ADN varía la mayoría de las veces sin consecuencias reales.
Pero ahora algunos científicos se oponen a esta idea, conocida como teoría neutra, afirmando que los genomas muestran muchas más pruebas de adaptación evolutiva de las que dictaría la teoría. Este debate es importante porque afecta a nuestra comprensión de los mecanismos que generan la biodiversidad, a nuestras inferencias sobre cómo ha cambiado el tamaño de las poblaciones naturales a lo largo del tiempo y a nuestra capacidad para reconstruir la historia evolutiva de las especies (incluida la nuestra). El futuro podría ser una nueva era que se inspire en lo mejor de la teoría neutra y reconozca al mismo tiempo la influencia real y empírica de la selección.