Las escasas lluvias de la pasada primavera y el calor estival están llevando al campo cordobés, al igual que al andaluz, a una situación de sequía que está causando importantes mermas a los cultivos. Sobre todo, esos daños se están notando más en los cereales de invierno y en las oleaginosas, y también los está sufriendo el sector ganadero. Las organizaciones agrarias han pedido a la Administración que actúe de forma inmediata para paliar “los daños que se avecinan”.
UPA, por ejemplo, subraya la necesidad de que la Administración acometa las actuaciones pendientes en materia hidrológica, para no llegar a esas situaciones extremas en el futuro. Desde UPA insisten en que el cereal de secano ha sufrido un descenso en el rendimiento en torno al 30% en toda Andalucía, “pues la falta de lluvias no ha permitido que la espiga se desarrolle adecuadamente”.
La organización agraria detalla que es algo especialmente acusado en provincias como Málaga, Córdoba o Cádiz. “A pesar de la menor producción, los precios a los que se han comercializado los cereales han sido bajos. Específicamente, también podemos hablar de la escasez de pastos de secano para ganado extensivo en las dehesas andaluzas y cosecha de cereales reducida”, puntualizan desde la organización agraria.
En cuanto al olivar, en la presente campaña la producción ha sido buena, especialmente en Jaén y Córdoba, con sus segundos mejores datos históricos. “Pero, a pesar de nuestros buenos resultados frente a una menor cosecha mundial, la especulación tiene inmerso al sector en una injustificada e incomprensible crisis de precios en origen”, insisten desde la organización agraria.
Para la siguiente campaña, desde UPA Andalucía son prudentes a la hora de hacer previsiones y destacan que las pocas precipitaciones acumuladas en el olivar de secano están dando lugar a un cuajado irregular del fruto y algunas flores abortadas debido al estrés hídrico en toda Andalucía.
FUENTE: EL DÍA DE CÓRDOBA