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Para que sirven los antioxidantes
Resveratrol
El trillón de células del cuerpo se enfrenta a amenazas formidables, desde la falta de alimentos hasta la infección por un virus. Otra amenaza constante proviene de unas sustancias químicas llamadas radicales libres. En niveles muy altos, son capaces de dañar las células y el material genético. El cuerpo genera radicales libres como subproductos inevitables de la transformación de los alimentos en energía. Los radicales libres también se forman tras el ejercicio o la exposición al humo del tabaco, la contaminación atmosférica y la luz solar. [1]
Los radicales libres tienen muchas formas, tamaños y configuraciones químicas. Lo que todos comparten es un apetito voraz por los electrones, robándolos de cualquier sustancia cercana que los ceda. Este robo de electrones puede alterar radicalmente la estructura o la función del “perdedor”. El daño de los radicales libres puede cambiar las instrucciones codificadas en una cadena de ADN. Puede hacer que una molécula de lipoproteína de baja densidad (LDL, a veces llamada colesterol malo) en circulación tenga más probabilidades de quedar atrapada en la pared de una arteria. O puede alterar la membrana de una célula, cambiando el flujo de lo que entra en la célula y lo que sale de ella. Una cantidad excesiva y crónica de radicales libres en el organismo provoca una condición denominada estrés oxidativo, que puede dañar las células y provocar enfermedades crónicas. [2]
Frutas antioxidantes
Los antioxidantes son sustancias que pueden proteger sus células contra los radicales libres, que pueden desempeñar un papel en las enfermedades del corazón, el cáncer y otras enfermedades. Los radicales libres son moléculas que se producen cuando el cuerpo descompone los alimentos o cuando se expone al humo del tabaco o a la radiación.
Los antioxidantes, como las vitaminas C y E y los carotenoides, pueden ayudar a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Otros antioxidantes naturales son los flavonoides, los taninos, los fenoles y los lignanos. Los alimentos de origen vegetal son las mejores fuentes. Entre ellos se encuentran las frutas, las verduras, los cereales integrales, los frutos secos, las semillas, las hierbas y las especias, e incluso el cacao.
Además, las frutas, las verduras y los cereales integrales con alto contenido en antioxidantes suelen ser también ricos en fibra, bajos en grasas saturadas y colesterol, y buenas fuentes de vitaminas y minerales. Así que disfruta de la variedad.
Curcumina
Esta es una lista de antioxidantes presentes de forma natural en los alimentos. La vitamina C y la vitamina E -que son omnipresentes en los alimentos vegetales crudos- se confirman como antioxidantes dietéticos, mientras que la vitamina A se convierte en antioxidante tras el metabolismo de la provitamina A betacaroteno y criptoxantina. La mayoría de los compuestos alimentarios catalogados como antioxidantes -como los polifenoles comunes en las plantas coloridas y comestibles- sólo tienen actividad antioxidante in vitro, ya que su destino in vivo es ser rápidamente metabolizados y excretados, y las propiedades in vivo de sus metabolitos siguen siendo poco conocidas. Para los antioxidantes que se añaden a los alimentos para conservarlos, véase hidroxianisol butilado e hidroxitolueno butilado.
En la siguiente discusión, el término “antioxidante” se refiere principalmente a los compuestos no nutritivos de los alimentos, como los polifenoles, que tienen capacidad antioxidante in vitro y, por tanto, proporcionan un índice artificial de fuerza antioxidante: la medida ORAC. Aparte de las vitaminas antioxidantes de la dieta -vitamina A, vitamina C y vitamina E- no se ha demostrado la eficacia antioxidante in vivo de ningún compuesto alimentario. Por ello, organismos reguladores como la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) han publicado directrices que desaconsejan que las etiquetas de los productos alimentarios declaren un beneficio antioxidante inferido cuando no existen tales pruebas fisiológicas[1][2].
Suplementos antioxidantes
Los antioxidantes son compuestos que inhiben la oxidación, una reacción química que puede producir radicales libres y reacciones en cadena que pueden dañar las células de los organismos. Los antioxidantes, como los tioles o el ácido ascórbico (vitamina C), pueden actuar para inhibir estas reacciones. Para equilibrar el estrés oxidativo, las plantas y los animales mantienen sistemas complejos de antioxidantes superpuestos, como el glutatión.
Los únicos antioxidantes dietéticos son las vitaminas A, C y E. El término antioxidante también se utiliza para designar los productos químicos industriales que se añaden durante la fabricación para evitar la oxidación en el caucho sintético, los plásticos y los combustibles, o como conservantes en los alimentos y los cosméticos[1].
Los suplementos dietéticos comercializados como antioxidantes no han demostrado mejorar la salud o prevenir enfermedades en los seres humanos[2]. Según algunos estudios, los suplementos de betacaroteno, vitamina A y vitamina E no tienen ningún efecto positivo en la tasa de mortalidad[3][4] o en el riesgo de cáncer[5][necesita actualización][6] Además, la suplementación con selenio o vitamina E no reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares[7][8].